¿Por qué refinanciar tu tarjeta es sólo un negocio para el banco?
Los descuentos especiales y los programas de incentivos por puntos o millas son trampas indirectas para tu salud financiera.
El objetivo de estas “oportunidades” es un gasto más elevado del que se puede afrontar, teniendo que recurrir así al peligroso pago mínimo. Es ahí donde empiezan los problemas.
¿Sabías que saldar la deuda con tus tarjetas de crédito te podría llevar casi 2 décadas* si sólo efectuás el pago mínimo cada mes?
Como resultado del financiamiento de tus consumos, los bancos recaudan miles de pesos en intereses y tu deuda se incrementa cada vez más. Las tasas de interés bancarias son tan elevadas que pagar el mínimo de la tarjeta de crédito se convirtió en el peor de los negocios.
El uso responsable de tus tarjetas de crédito es fundamental y es importante que te informes detalladamente sobre cómo se compone la deuda que tomás, los gastos ocultos y cuáles son las alternativas para saldarla.
¿Cómo salir de una deuda con las tarjetas de crédito?
1. Conocer los costos ocultos.
Uno de ellos es el Costo Financiero Total Efectivo Anual o CFTEA. Éste es el costo total del dinero prestado más todos los gastos, comisiones, seguros e impuestos que debés pagar. También se aplican a los préstamos personales. Aparecen en forma de porcentaje y la tasa suele rondar en un 40% anual.
Además, es necesario consultar cuál es el costo financiero total de la refinanciación, que en muchos casos aumenta 10 puntos por sobre el porcentaje anterior, es decir, el costo de refinanciación es de, por ejemplo, un 50%. Es por esto que los bancos se benefician si necesitás refinanciar tu deuda.
Otro elemento a tener en cuenta es la Tasa Nominal Anual o TNA, aunque a la hora de revisar costos es mejor tener en cuenta los CFTEA, ya que, al incluir los costos adicionales en el cálculo, una TNA baja puede traducirse en un mayor costo financiero total si éstos son mayores. También hay que contemplar la influencia temporal. Las diferencias en el cronograma de pagos determinarán que los costos financieros totales se modifiquen: a mayor postergación de la fecha de pago, menor será el CFTEA, y viceversa.
2. Dejar de utilizar las tarjetas de crédito.
Debés asumir un compromiso y dejar de utilizarlas. Este punto es importante para aquellas personas que manejan varios plásticos. Evaluá cuál de ellas es la más costosa en tasa de interés, cuota de manejo y monto a pagar. Tratá de dejar en cero y devolver las tarjetas que, según tu modo de vida y patrón de consumos, resultan más caras.
3. Reemplazar la deuda por una más económica.
Una vez que conocés los costos, podés comparar entre diferentes alternativas de créditos, incluyendo los créditos personales, éstos son una salida para terminar con la refinanciación de la tarjeta y eliminar la deuda con esa entidad, con intereses más convenientes.
Existen nuevas alternativas a los bancos tradicionales con tasas de interés mucho más económicas y mayor facilidad a la hora de solicitarlos. Afluenta, por ejemplo, es la red líder de Finanzas Colaborativas de Latinoamérica y la única en Argentina donde desde hace más de cuatro años facilita la obtención de préstamos online con mejores condiciones.
En este modelo de negocio, los créditos entre personas favorecen la interacción de personas que solicitan créditos con aquellas que pueden financiarlos, eliminando la brecha bancaria.
A través de subastas de crédito y dado que varias personas compiten por invertir en el mismo, las tasas de interés pueden ser menores para los solicitantes y los inversores pueden obtener mejor rentabilidad. De este modo, todos se favorecen.
Disminuir tu deuda, te permitirá tener mayor libertad financiera frente a nuevos desafíos y proyectos. Tener la capacidad para detectar este tipo de desórdenes en tu economía, es la posibilidad de mejorar con paciencia tus finanzas.