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Tendencias y consejos del mundo Fintech que revolucionan tus finanzas personales.

Cómo aprovechar la cuarentena para organizar tus finanzas

/ Por Alejandro Cosentino

smart;trabajo-casaEl contexto en el cual nos encontramos, nos obliga a repensar la forma en la que hacemos muchas cosas de forma cotidiana. Desde nuestros trabajos, pasando por cómo utilizamos nuestro tiempo libre, hasta la forma en la que gestionamos nuestras finanzas.

En momentos como el actual, donde las rutinas se alteran por completo y obtenemos mayor tiempo libre dentro de casa, después de varias dosis de televisión, redes sociales y siesta, seguramente podamos aprovechar para ordenar nuestros pendientes.

La manera en la que consumís puede afectarse por la situación actual, debido al gasto que implica stockearse de alimentos y productos de primera necesidad por varios días o equipar nuestro hogar para poder continuar trabajando con normalidad. Es por eso que es un buen momento para organizar tus finanzas y lograr un manejo eficiente de las mismas.

¿Por dónde empezar? Como primera medida es importante acceder a un estado de situación de tus gastos.

1. Dedicá tiempo a relevar todos tus gastos fijos.
En una planilla, detallá todos tus gastos. Podés hacerlo por categorías, por ej: Tarjetas de crédito, créditos personales, gastos de vivienda, pago de servicios, cuotas vinculadas a educación (propia o de nuestros hijos), suscripciones a diferentes servicios o membresías a clubes o gimnasios, etc.
Una vez identificadas cada una de las categorías es importante que puedas profundizar al detalle.

2. Llevá control de todos tus vencimientos.
Agendar todos tus vencimientos y los montos a saldar, te permitirá abonar en tiempo y forma todos tus compromisos para evitar generar intereses por atraso y tener como resultado un deterioro de tu perfil crediticio.

3. Incorporá al presupuesto los gastos de la vida cotidiana.
Estos gastos no son fijos, pero se llevan un gran porcentaje de tus ingresos y pueden salirse de control si no los sigues de cerca. Esta categoría se compone en general por los gastos de alimentos, movilidad y ocio (restaurantes, cine, bares, etc), entre otros.

4. Ganá visibilidad de la relación entre tus ingresos y tu nivel de endeudamiento.
Una vez listados todos los conceptos (cuanto mayor nivel de detalle agregues, más acertado será el ejercicio) totalizá todos tus gastos, de modo que puedas compararlo con tus ingresos mensuales.

Tener visibilidad en todos los gastos es el paso más importante. Es vital que seas sincero contigo mismo e incorpores hasta el más mínimo detalle que implique un consumo en tu vida cotidiana.

En resumen, este ejercicio te dará como resultado dos situaciones posibles:

“Mis gastos mensuales son superiores a mis ingresos ¿Cómo lo soluciono?”
Necesitás tomar el control de tus finanzas y no gastar más de lo que generas. Es fundamental no adquirir compromisos a futuro si no estás seguro de poder liquidarlos, ya que podría convertirse en un problema.
Es importante que sepas que gastar más que tus ingresos no será viable por mucho tiempo ya que llegará un momento donde las deudas comenzarán a crecer y tu perfil crediticio comenzará a deteriorarse.

Ante esta situación te recomendamos:

• Detener el uso de tus tarjetas de crédito: Cuando utilizás la financiación de las tarjetas, por falta de efectivo, sólo ayudas a que tu deuda crezca día a día. Si realmente tenés intención de organizar tus finanzas, las tarjetas de crédito deberían ser archivadas por un tiempo.

• Llevar un minucioso control sobre los gastos hormiga. Estos son los principales enemigos del ahorro y, poco a poco, pueden llevarse hasta un 20% de tus ingresos sin que te des cuenta. Realizar gastos de forma cotidiana sin tener un presupuesto determinado te hará perder el control de tus gastos.

• Fijar objetivos claros para tu presupuesto. Si tus consumos se han salido de control, un modo habitual para fijar objetivos de tus gastos es el de utilizar la regla 50/30/20, destinando un 50% para gastos fijos, un 30% para hobbies y ocio y un 20% para ahorro. Al principio no podrás cumplir con esos porcentajes, pero poco a poco podrás ir acercándote. En este caso, la conducta es la clave del éxito.

• Identificar las categorías de gasto que debés reducir y evitar los consumos innecesarios. Que puedas sincerarte contigo mismo te permitirá disminuir el consumo en compras que no son urgentes. No comprometas tus ingresos con productos que estén relacionados con un antojo o deseo. Pensá en frío y analizá si realmente debes realizar ese gasto.

• No recurrir al pago mínimo de tus tarjetas. Es muy común que ante elevados niveles de endeudamiento, consideres la opción de abonar los montos mínimos de la tarjeta de crédito. Este recurso te servirá solo en el corto plazo, ya que la deuda se hará cada vez más grande y tus probabilidades de endeudarte y tropezar con tus compromisos, incrementará mes a mes.

• Consolidar tu deuda: Si comenzás a perder el control de tus finanzas, quizás sea conveniente unificar todos los pagos en un solo compromiso con un crédito personal. Plazos más largos y tasas menores, que las que ofrecen las tarjetas para la refinanciación de los saldos, se transforman en cuotas más bajas que te permitirán ahorrarte problemas y mucho dinero. Afluenta, te permite obtener un crédito a tu medida según tu perfil crediticio. Completás tu solicitud de crédito en pocos minutos, obtenés respuesta inmediata y recibís los fondos en tu cuenta bancaria en el día.

• Cuando tus finanzas se ordenen, podrás comenzar a ahorrar. Es importante que no pierdas de vista este objetivo. Los especialistas recomiendan ahorrar un porcentaje determinado a principio de mes y no esperar a ahorrar lo que sobre. De lo contrario la mayoría de los meses, tu ahorro será nulo.

“Tengo el control sobre mis gastos y puedo ahorrar. ¿Cómo sigo?“Tenés el control de tus finanzas lo que te permite ser más precavido frente a imprevistos.
Aunque tenés el desafío de mejorar de forma constante tu manejo del dinero para finalmente invertir tus ahorros de forma eficiente y obtener rendimientos más convenientes.

Ante esta situación te recomendamos:

• Considerar gastos inesperados en tu radar. Una parte fundamental del ahorro es saber que puedes disponer de él en caso de que se presenten gastos extraordinarios. Este hábito te permitirá estar preparados ante cualquier eventualidad que surja.

• Saldar deudas contraídas. Si tenés en curso créditos hipotecarios, prendarios o personales, quizás una buena opción sea cancelar total o parcialmente esa deuda. De esa manera te ahorrarás mucho dinero en intereses y gastos de mantenimiento y por otro lado mejorarás tu perfil crediticio al disminuir tu nivel de endeudamiento en el sistema financiero.

• Destinar un porcentaje a tus proyectos. Refaccionar tu hogar, cambiar tu vehículo o viajar, pueden ser algunos de los proyectos que podrían ser posibles con parte de tus ahorros. Si ya tenés tu próximo proyecto definido, la recomendación es que destines un porcentaje independiente de tus ahorros para dicho fin. Eso permitirá tener mayor visibilidad sobre la viabilidad del mismo y frente a otros gastos ese dinero no será comprometido.

• Administrar e invertir. Es conveniente fijar una meta realista para los siguientes 12 meses para tener siempre tus finanzas en orden. Si no tenés obligaciones de pago adicionales que afrontar, y deseás maximizar ese ingreso, una buena opción para hacer rendir tu dinero es invertirlo de forma inteligente.

• Hacer rendir más tu dinero con una herramienta 100% online. Afluenta, por ejemplo, te permite generar rendimientos superiores a las opciones tradicionales y con una inversión inicial accesible de $5.000. Sin intermediación bancaria, los inversores participan en oportunidades de crédito y a cambio, reciben una tasa de rendimiento anual estimado de 71,4%.

Recordá que estas sugerencias para organizar tus finanzas durante tu tiempo libre, son tips pero también implican cambios de hábito que requieren de esfuerzo y tiempo para poder cumplirlos. Cuanto antes comiences a darle importancia a tu salud financiera, más cerca estarás de cumplir tus metas y más sencillo será dar el próximo paso.

Ahora que tenés el tiempo, poné en orden tus finanzas. ¡Ya no hay excusas!

Palabras clave: Teletrabajo  Finanzas  Coronavirus  Cuarentena  Organizar finanzas personales  

¿Cómo hacer para trabajar desde casa y no fracasar en el intento?

/ Por Alejandro Cosentino

smart;trabajo-casaAgobiados por la rutina y mucho tiempo improductivo en el tránsito, muchos sueñan con trabajar remotamente desde su casa.

Hoy, como medida de prevención frente a la propagación del COVID-19, la mayoría de los trabajadores en el país se han visto forzados a desarrollar sus funciones de forma remota. Te damos algunos consejos para que trabajar desde tu casa sea una experiencia positiva.

Ser eficientes en este contexto es un reto al que debemos adaptarnos para llevar a cabo nuestras tareas cotidianas y laborales. Te proponemos algunos tips para poder ponerlos en práctica desde tu casa:

Preparate para trabajar. Que puedas poner el despertador para amanecer temprano, preparar un buen desayuno, tomar un baño y arreglarte, igual que como si fueses a salir al trabajo para comenzar la jornada, es importante. Según los especialistas, la preparación para iniciar la jornada laboral genera un efecto psicológico positivo en las personas.

Generá una rutina: Pareciera algo obvio, pero en el día a día puede no ser tan sencillo. Es primordial que organicemos nuestros horarios para no perder foco. Así como es importante prepararse para iniciar el día, también resulta vital que tengas en claro cuáles son las tareas que desarrollarás durante la jornada laboral. Para no agobiarte con un interminable listado de tareas semanales, focalizá tus objetivos a diario y marcalos a medida que los vayas cumpliendo.
Intentá respetar los horarios laborales y cortá cuando debas hacer una pausa o tengas que almorzar.

Minimizá las distracciones: Puesto que los estímulos en tu casa, pueden ser superiores a los que encontraremos en la oficina, es muy probable que tu atención se vea reducida por tareas hogareñas o algunas actividades de ocio.
Una buena opción es respetar horarios o incluso intentar recrear el clima de la oficina con la utilización de auriculares y buena luz . Suspender las notificaciones del celular por unas horas también mejorarán tu productividad. La idea es detectar elementos que te puedan ayudar a convocar a ese espacio de concentración.
Avisarle a tu familia y amigos con anticipación qué no estarás disponible les ayudará a entender que mantenés tus obligaciones y que una vez finalizada tu jornada laboral, podrás darles mayor atención.

Establecé recreos mentales: En pos de evitar el agobio y el aburrimiento de las tareas, es preciso que puedas ir tomando pausas a lo largo del día, para luego retomar las actividades con mayor predisposición. Un buen recurso es identificarlos con alarma en el celular, sin esperar a estar cansado para tomarlo. Caminá unos minutos, tomá líquido o hacé algún llamado pendiente. En general es recomendable que en esos recesos te ocupes de vos y no de la casa.

Acondicioná tu espacio: Generar un buen espacio de trabajo es quizás la principal medida a considerar, puesto que este será nuestro lugar diario para que la rutina resulte no sólo agradable, sino también productiva. Es importante que este espacio no sea la mesa del comedor o la cocina, ni la cama.
Si tenés la fortuna de tener una habitación adicional, podrás acondicionarla para esta situación sin generar alteraciones en la dinámica de tu hogar. Si no contás con un lugar apartado, podés preparar un rincón destinado solo para trabajar que no sea invadido por el resto de las tareas cotidianas.
Tanto para un cuarto especial o para un pequeño rincón de la casa, estar equipados correctamente, con una silla cómoda, luz acorde, buena conexión de wifi y una mesa amplia, resulta fundamental para trabajar de manera prolija y ordenada.
Recordá que este nuevo espacio deberá estar ordenado la mayor parte del tiempo para qué puedas poner el foco pleno en tus tareas.

Un tip fundamental: Que tu silla de trabajo sea ergonómica te evitará muchos dolores de espalda. Si la reemplazás, en cambio, por el sillón o la cama, propiciarás una postura poco saludable y correrás el riesgo de quedarte dormido o lo qué es aún peor de contracturarte.

Marcá un horario de cierre en tu jornada: Para ser eficientes en nuestras tareas, también es fundamental que los horarios continúen respetándose como si estuviéramos en la oficina.
Extender la jornada por un tiempo determinado, si justo estás terminando una tarea o te encontrás en un momento de buena inspiración, está bien, pero no es conveniente continuar nuestras tareas laborales de manera indefinida ya qué nuestra productividad a la larga se verá afectada. Una vez finalizada tu jornada, las horas extra que hagas serán eso. Horas extra.

Aprovechá tus horas de máxima producción: Si prestás atención, podrás identificar con claridad cuáles son tus horas de mayor productividad. A muchas personas les sirve a la mañana temprano, a muchas otras les es conveniente hacerlo por la noche mientras todos descansan. Dependiendo de cuales sean tus tareas podrás mover tu jornada laboral a ese horario para incrementar la calidad de tu trabajo.

Concentrá tu trabajo en las horas de menor tráfico en la red: Lo que sucedía en el tránsito cuando íbamos a la oficina, algo parecido pasa ahora con la velocidad de internet. En épocas donde todos dependemos de buena conexión, los horarios pico pueden experimentar mala conexión. Si puedes permitirtelo por la noche, mientras la mayoría duerme, tendrás menos tráfico en la red, lo cual te permitirá hacer las tareas con más eficiencia.

Ninguno de estos tips surgen de forma espontánea ni se identifican en un día, si no que construyen un estilo de vida que utiliza la gente mas eficiente.
Trabajar desde tu casa, puede ser complejo al principio y no es para cualquiera. Pero si bien implementar esta rutina puede llevar un tiempo, la buena noticia es que una vez establecida
puede llegar para quedarse.

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