
Un perfil crediticio es el registro completo de todos tus préstamos y pagos efectuados. Incluye información sobre las tarjetas de crédito, las facturas de servicios públicos e incluso las hipotecas. Todos estos datos son analizados y se resumen en una puntuación final que se llama “score”.
Con dicha puntuación, los bancos o las entidades financieras pueden determinar a quién le pueden ofrecer productos o préstamos y determinar montos y plazos. Cuánto más alto es el score, mejor es tu perfil crediticio.
Si después de leer esto creés que tu score no es relevante, pensalo dos veces. Es importante mantenerlo lo más alto posible no sólo si querés solicitar un préstamo, sino también si estás pensando en pedir una nueva tarjeta de crédito o aumentar el límite en una que actualmente tengas. Este valor afecta muchos más aspectos de tu vida de los que te imaginás.
Te compartimos 4 tips para mejorar tu perfil:
1. Buscá la reducción inmediata de gastos superfluos.
Cuidate de los gastos hormiga y listá tus gastos para detectar cuáles son los consumos fijos que tenés y cuáles los que son innecesarios.
2. Disminuí el uso de tus tarjetas de crédito, así evitás que crezca el monto total de tu deuda.
Suele ocurrir que utilizamos las tarjetas de crédito para pagar en cuotas y sin darnos cuenta adicionamos una suma fija todos los meses. Cuanto mayor uso hacemos de la tarjeta, mayores son los montos. que aparecen en el resumen y que luego dificultan el pago de su totalidad.
Es por eso que la mejor solución es usarlas a conciencia. Y si querés comprar algo en cuotas, mejor tomalo como un proyecto para el que debés ahorrar para conseguirlo.
3. Priorizá el pago de los préstamos o deudas más costosas.
Son las que más perjudican tu perfil crediticio y aunque sean las más difíciles de pagar, son las primeras a las que tenés que abocarte.
Si deseás unificar tus deudas en una sola obligación de pago, en Afluenta podés acceder a un crédito para poner al día tus finanzas. Te invitamos a calcular tu cuota en www.afluenta.com
4. Alertá a tus acreedores y manifestales tu intención de realizar un pago extendido o refinanciación.
Cualquier acreedor quiere recibir el pago de una deuda, es por eso por lo que la mayoría está dispuesto a realizar un plan para que puedas regularizar tu situación lo antes posible.
Recordá que cada vez que solicites un crédito o una tarjeta en cualquiera de sus formatos, tu score va a ser quien hable de vos, de tu historial crediticio y tu capacidad de pago.
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Estos gastos son los enemigos número uno de tu salud financiera. Se trata de pequeñas cantidades de dinero que se gastan casi a diario y que, al considerarse insignificantes, no están contempladas en ningún presupuesto.
Generalmente son gastos que suelen hacerse en efectivo, por lo que el rastreo se hace muy difícil si no acostumbras a guardar los tickets y llevar un control. También pueden hacerse con tarjeta de crédito y al revisar tu resumen mensual los desestimás por concentrarte en montos más altos.
Te dejamos algunos ejemplos de estos gastos para que puedas reconocerlos al leerlos y detectarlos:
Transporte: viajar en colectivo en lugar de ir caminando si son distancias cortas, o recurrir al taxi o a las aplicaciones de viajes en lugar de usar medios de transporte público.
Comida: comprar el almuerzo todos los días en lugar de prepararlo en casa, recurrir en exceso al delivery. Otro ejemplo es comprar comida para desayunar o merendar, ya sea en casa o en el trabajo.
Tentaciones: las golosinas, snacks u ofertas que creés que valen la pena. Todas esas pequeñas compras te hacen gastar de más innecesariamente. Ejemplos: productos dispuestos para "tentar" al consumidor en supermercados, farmacias y otros comercios, "promociones y ofertas" en indumentaria, belleza, electrodomésticos y otros rubros.
Ocio: salir a un bar, restaurant o café en lugar de reunirse en casa implica un gasto que no sólo no tenés programado, sino que desconocés el total del consumo.
¿Cómo reducir los gastos hormiga dentro del presupuesto mensual?
Si te sentiste identificado al leer los ejemplos, es momento de empezar tomar nota y analizar cuál es el porcentaje de este tipo de gastos dentro de tu total mensual y trabajar en reducirlos de a poco.
No hay fórmula mágica para hacerlo, pero algunas ideas que podés tener en cuenta son:
Ir a hacer las compras con un listado: ir al supermercado, farmacia, verdulería, fiambrería o almacén con una lista puntual de lo que necesitás para evitar "tentarte" con productos inncesarios.
Aprovechar los descuentos o acuerdos en los comercios: es muy común que existan descuentos por abonar en efectivo o con transferencia bancaria, así como también muchos comercios tienen acuerdos con diferentes tarjetas de débito o crédito en días puntuales que podés aprovechar. Es una forma inteligente de comprar lo que necesitás y ahorrar al mismo tiempo.
Antes de hacer una compra hacete las siguientes preguntas ¿lo necesito?, ¿qué uso voy a darle y por cuánto tiempo?: hacer esa pausa te va a ayudar a frenar compras compulsivas y evitar esa salida de dinero.
Llevar un registro de todos tus gastos: puede parecer molesto e innecesario, pero es la mejor forma de notar la presencia de gastos hormiga en tu presupuesto. Utilizá aplicaciones, hojas de cálculos o papel y lápiz, lo que más se adapte a vos.
Si necesitas un préstamo para saldar el acumulado de tus gastos hormiga, en Afluenta podés acceder a un crédito para poner al día tus finanzas. Te invitamos a calcular tu cuota en www.afluenta.com
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